El Puebla, el llamado equipo de la franja firmó la peor temporada de su historia. Jamás, ni en sus peores temporadas, ni siquiera cuando descendió este equipo había hecho semejante ridículo. En aquellos tristes y lamentables momentos perdiendo la categoría había hecho la infame suma de cinco puntos.
En aquellos momentos perdió la categoría, pero no la dignidad. Recuerdo, porque lo viví muy, pero muy de cerca y les contaré la historia. La familia Bernat, debe ser recordada para algunos veteranos aficionados como uno de los peores dueños que tuvo el club Puebla -y miren que ha tenido varios- cuando por malas decisiones descendió en aquel verano de 1999.
Las nuevas generaciones de poblanos, seguro ni recordarán aquél momento, de los cuales en 10 días más cumplirá 25 años. Fue una tarde de un domingo 9 de mayo de 1999. Aquel día, en la última jornada del torneo una tercia de equipos buscaría sobrevivir, la tabla de cocientes tenía en el patíbulo a tres equipos; Celaya, Rayados y Puebla.
De los tres, el que la tenía más complicado era el equipo de los Bernat, el Puebla estaba obligado a ganar o ganar. Tenía la salvación en sus manos, lo complicado era que tendría que vencer a los rayados en su visita a Monterrey. Si ganaba, el equipo de la franja automáticamente se salvaría y los regios se irían a segunda división, pero a estos les bastaba empatar para salvar la categoría.
EL DESCENSO DE 1999
La prensa regia, que no es la de hoy, tituló el juego como “la batalla de Puebla”. El equipo regio tenía graves problemas deportivos y financieros. El equipo estaba intervenido por la Secretaría de Hacienda, el dueño Jorge Lankenau vivía terribles problemas legales y financieros y había perdido el equipo pues había sido encarcelado el 17 de noviembre del 2017 y estaba preso en el penal de Topo Chico, tenía más de 250 demandas en su contra.
El partido fue un drama. Los rayados comenzaron ganando, el chaparrito Memo Jiménez empató el juego al 70 para el Puebla, pero no alcanzó para más. Con sus 14 puntos el equipo de Paco Bernat, se tendría que ir a la segunda división. Hoy el equipo de la franja hizo solo cinco puntos, lejos de los catorce de aquél descenso.
Este equipo es el retrato perfecto de la incompetencia, del caos, tiene un prestanombres que dice ser el dueño, seguramente muchos de sus jugadores y directivos ya están en la playa “celebrando” su hazaña histórica de convertir al equipo en una piltrafa, en una caricatura.
Hoy a pesar de la ignominia de este Puebla no tendrá castigo. La aberrante decisión de abolir el descenso y con ello fomentar la incompetencia y la mediocridad sirvió otra vez como blindaje. Dirigentes y jugadores se podrán ir a casa a festejar y a gozar del dinero mal habido que disfrutaran muy a pesar de que hicieron un trabajo con las patas, pero bien que cobraron.
De aquél descenso del Puebla aquel verano del 99 a esta primavera del 2024 hay una enorme diferencia en actitud, amor propio, conformismo. En aquél momento la familia de Paco Bernat perdía una fortuna, pero era propia, no era un prestanombres. El descenso, fue merecido. Era el castigo de quien hacía muy mal las cosas y tuvo que pagar el precio.
AMOR A LA FRANJA, LA COMPRA
Paco Bernat tuvo mil y un errores, como aquél episodio que contaba el uruguayo Sergio Vázquez cuando con una pistola sobre el escritorio los llamaba para firmar contratos. Pero el SI era el dueño, utilizaba SU dinero, amaba a su ciudad y tenía una vergüenza enorme con los suyos, estaba tan apenado con su gente que estaba dispuesto a hacer y pagar lo que sea por no dejar a su amada Puebla sin equipo de primera división.
A la par del infierno poblano en aquellos momentos justo había nacido una multipropiedad. El empresario Valente Aguirre, un simpático y dicharachero empresario al que las malas lenguas le asociaban una relación familiar muy, pero muy estrecha con el narcotraficante Rafael “Caro” Quintero había logrado ascender al equipo Unión de Curtidores, ese no era el problema, el tema es que ya era dueño del León con quien debía compartir plaza, algo que sería muy complicado de manejar mediáticamente y también en la ciudad.
En aquella fecha el draft seria en Ixtapa Zihuatanejo teniendo como sede el hotel Azul, de la cooperativa Cruz Azul. En aquél momento, yo trabajaba en Televisa y estaba hospedado en ese mismo sitio donde estaban la mayoría de los dueños y dirigentes -nada más de acordarme me dolió el hígado- Al medio día, en la mesa de un restaurante, salude al buen Valente y a su inseparable “señor Fabela” que fue ¿o es? su gran amigo, socio, confidente y todo un profesional si competías a jugar “pulpos” en alguna cena o comida.
¿Qué eran los “pulpos”? Una copa globo de Cognag -Martell VSOP- con coca cola, mejor conocido como “Paris de noche”. Los contendientes, debíamos poner la mano izquierda totalmente abierta -mostrando los 5 dedos cual si fueran tentáculos- pegada a la mesa, y a la cuenta de tres de un solo trago, con la máxima rapidez debías tomarte toda la copa y al terminar el trago levantar la mano izquierda lo más alto posible para que todos reconocieran al vencedor.
Fueron varios retos de ese tipo en aquella mesa. Los Bernat, en otra muy cerca veían nerviosos como parecían ignorar su oferta. Valente Aguirre, les había ofrecido venderles al León para que ellos hicieran la mudanza. Se quedarían con el Curtidores, que empezaría en porcentaje cero, que pensaban podrían liberar más rápido que al León que mantendría la herencia porcentual. El empresario estaba hasta la madre, de las mentadas de madre de los aficionados y que lo asociaran con el narco y el lavado de dinero.
LA MUERTE DEL PUEBLA
Aquél día, horas antes a Ixtapa Zihuatanejo había llegado el ingeniero Roberto Zermeño Vargas, quien siendo el hijo de la familia que lavaba la ropa de los jugadores y hacia la comida en la casa club del León al pasar de los años lo había podido comprar, primero ascender y luego volver a hacer campeón con Tita, Marquinho, Coyote, Turrubiates y compañía para años después vendérselo a Valente Aguirre.
El ingeniero Zermeño no tenía ni celular en ese momento tampoco estaba hospedado en el hotel sede en el draft, había rentado un cuarto en el hotel Kristal. Iba con la idea de comprar una franquicia del ascenso y llevarla a jugar a San Francisco del Rincón, Guanajuato. Su presupuesto eran 500 mil dólares, como el mismo lo relata en su libro; “Zermeño, Héroe o villano” https://www.record.com.mx/columnistas-ignacio-suarez/el-leon-sin-guarida-una-historia-de-rugidos-politicos
Cuando se enteró de que Valente Aguirre les había vendido el León a los Bernat, para que lo convirtieran en el Puebla casi le da un infarto. Me pidió mi habitación prestada, mi teléfono celular y con el altavoz empezó a operar el rescate de la fiera. Yo ahí escuché por primera vez la voz de Vicente Fox, que era o acababa de ser gobernador de Guanajuato y estaba por lanzarse como candidato a la presidencia. También del Ramón Martín Huerta QEPD, que le operaba al gobernador: “Roberto tienes que rescatar al León, no puede desaparecer. Nosotros te apoyaremos ” le dijeron y prometieron.
El ingeniero le marco de inmediato a Valente Aguirre y se fue a verlo. Eran amigos, le había vendido el equipo en 1994. El empresario le ofreció, el Curtidores Zermeño, le dijo ¡ni madres! ¡No quiero un equipo impostor, quiero al León verdadero, la gente no es pendeja y yo menos! Lo convenció de que a Bernat, les vendiera el Curtidores, justo ahí murió aquella franquicia real del histórico Puebla de los Lapuente, los Aravena, los Ruíz Esparza y compañía.
La franquicia original del Puebla se convirtió en Los Ángeles de Puebla del ascenso que después fue revendida. El Puebla de hoy en día, tiene su origen en los Curtidores, no es el que nació. Con el tiempo se olvidó la historia, los poblanos aceptaron en adopción y lo adoptaron como un hijo, ya nadie recuerda esta historia.
AZTECA; ¿BENDICION O MALDICION?
Luego pasaron los Henaine, luego la “chiquillada” de los López Chargoy a los que se les acabo la lana luego de que Enrique Agüera, el rector de la BUAP busco entrarle a la política y les dejo de dar contratos. Con muchos problemas económicos con prestamos adelantados por derechos de Televisión, la empresa de Salinas Pliego terminó quedándose con el equipo para poder cobrarse los préstamos.
El tema se disfrazó, pero que una empresa como la televisora se hiciera cargo del equipo en el 2017, lleno de ilusión a los aficionados a la franja. Tendrían un dueño poderoso, millonario que los convertiría en un grande del futbol mexicano pensaron muchos. Incluso Emilio Maurer, estaba eufórico y entusiasmado; “Ojalá lo haya comprado TV Azteca, sería una bendición de Dios. Sería muy bueno, porque ellos le van a invertir y va a tener un equipo fuerte; va a ser muy diferente que con los señores Chargoy, que lo único que han hecho es acabar con el Puebla” declaro a la cadena ESPN. https://www.espn.com.mx/futbol/mexico/nota/_/id/3373033/maurer-desea-que-tv-azteca-se-quede-con-el-puebla
Nadie pudo imaginar en aquél momento que los sueños de grandeza futbolística, de poderío económico del Puebla se convertirían en un simple plan de “viernes botanero” donde TV azteca incluiría a los equipos de bajo costo, sin grandes inversiones y muchos anuncios. Debe ser un dolor inmenso para la afición verse tan burlados.
Hoy Puebla firmó la peor campaña de su historia, una vergüenza para sus colores y no solo eso es ya el peor equipo en torneos cortos, antes los Indios de Ciudad Juárez habían sumado seis puntos en el 2009 y descendieron. Los yugoslavos de Raúl Cardenas, que eran más malo que cenar barbacoa, sumaron nueve puntos en 1998. Lo del Puebla, es simplemente patético.
¿Qué sigue? ¿invertirá Salinas Pliego en el equipo? ¿Seguirán con la mentira de que Manuel Jiménez es el dueño y lo está pagando en abonos chiquitos? No soy optimista al respecto, el fútbol nunca ha sido de su interés y lo ha utilizado para obtener recursos mediante contrato de los Gobiernicolas a los quienes si le dan convenios y negocio entonces NO les hace el “fuchi”.
CÁNCER E INVERSION
Salinas Pliego debe más de 62 mil millones de pesos de impuestos, más de 400 millones de dólares a accionistas en Estados Unidos, pero “Rojitas” su Community Manager, un chico que viaja en “pesera” pero tuitea como si fuera él el multimillonario. Este chico, hizo antes esas mismas funciones cuando nació el Mazatlán con el famoso #arrebatando. El es quien le escribe todos los tuits en sus redes sociales aunque hay muchos inocentes e ingenuos que creen que es el verdadero “tio Richy” el que les contesta a sus seguidores a todas horas lo mismo para mentar madres a sus rivales, que para presumir fotos en yates, aviones, haciendas, riqueza, champagne, fiestas y glamour a cada instante.
No dudo que Salinas Pliego tenga millones de sobra, pero eso de nada sirve a los aficionados de Mazatlán, ni del Puebla, pues en la opulencia de su dueño, ellos parecen perritos callejeros afuera de la carnicería. El equipo de la franja a diferencia de los sinaloenses tiene una historia, tiene títulos, tradición, tiene un legado. El próximo año, tanto Puebla como Mazatlán lucharan por evitar pagar multa.
Para evitar una ignominia más este equipo necesita inversión, necesita dirección, necesita erradicar los tumores cancerosos que están enquistados en la administración del Puebla. El equipo necesita verdaderos refuerzos, le urge una “quimioterapia” administrativa y futbolística. Ser un equipo de relleno para los viernes botaneros es una afrenta para los aficionados poblanos.
NO sería nada malo exigirle al multimillonario Ricardo Salinas Pliego y convencerle de que es hora de darle un pellizco al dinero de su bóveda. El Puebla y su afición los necesita, le urge una inversión de dinero y sacar la basura que tiene en la administración. Ricardo, no seas gacho con tanta lana que tienes creo que llego la hora de ¡ponerte la del Puebla!
Es más fácil hacer un agujero en el agua que obtener una moneda de un avaro” Proverbio armenio