El cuerpo contiene normalmente unos 2 litros de oxígeno almacenado que puede ser utilizado para el metabolismo incluso sin respirar nuevas cantidades de oxígeno.
Este oxígeno almacenado es el siguiente:
En el ejercicio intenso, casi todo este oxígeno almacenado se utiliza en un minuto más o menos para el metabolismo. Luego, cuando el ejercicio se acaba, este oxígeno almacenado tiene que ser repuesto respirando cantidades extra de oxígeno por encima de las necesidades normales. A todo este oxígeno extra que tiene que ser «repagado», los expertos nos dicen que es unos 11,5 litros y a este compromiso se le denomina la deuda de oxígeno característica de altas intensidades de ejercicio.
Durante los primeros 4 minutos de ejercicio intenso, y la velocidad de consumo de oxígeno aumenta más de 15 veces. Luego, incluso cuando el ejercicio ha analizado, el consumo de oxígeno continúa todavía por encima de lo normal, al principio muy elevado mientras el organismo está reponiendo niveles de glucosa y pagando la porción de oxígeno almacenado de la deuda de oxígeno, y luego todavía por encima de lo normal, aunque a un nivel inferior, durante otros 40 minutos, mientras se elimina el ácido láctico.
La recuperación del vaciamiento completo de los depósitos musculares de glucógeno no es un asunto sencillo. Normalmente, este proceso precisa días, más que los segundos, minutos u horas que se necesitan para la recuperación de los sistemas metabólicos y dependen de varis factores. Obsérvese que con la dieta rica en hidratos de carbono se produce una recuperación completa en 2 días.
Por el contrario, la gente con una dieta rica en grasas y proteínas o en ayunas muestra una recuperación muy escasa incluso después de 5 días. Además de la amplia utilización de hidratos de carbono por parte de los músculos durante el ejercicio, especialmente durante las fases iniciales, los músculos utilizan grandes cantidades de grasa para obtener energía en forma de ácidos grasos y también utilizan en mucho menor grado proteínas en forma de aminoácidos .
En los deportes de resistencia que duran más de 4 ó 5 horas, los almacenes de glucógeno muscular quedan prácticamente vacíos y prácticamente no se pueden utilizar para aportar energía a la contracción muscular. Ahora el músculo depende de la energía procedente de otras fuentes, fundamentalmente de las grasas.
El cuerpo humano utiliza una combinación de procesos aeróbicos y anaeróbicos para impulsar los procesos celulares vitales. Aunque la producción de energía depende principalmente del oxígeno o es aeróbica, en el momento de una mayor demanda, la energía se puede generar sin oxígeno mediante un proceso anaeróbico.