
El objetivo de la colaboración de esta semana es profundizar en los aspectos claves que debemos conocer sobre el miedo. Antes que nada, definiremos ¿qué es? El miedo es una emoción, y como cualquier otra, no es mala. Todas las emociones son mecanismos de defensa que nuestro organismo activa para mantenerse a salvo y esta no es la excepción. Cuando percibimos que no podemos satisfacer las necesidades que una situación demanda frente a nosotros, aparece el miedo… ¿y si no logro el resultado?, ¿y si me ganan?, ¿y si me equivoco?, ¿y si decidí mal?, todos estos cuestionamientos activan y alimentan al peligroso miedo.
Cuando esta emoción se activa, nuestro cuerpo produce hormonas como el glutamato y la adrenalina, alterando el funcionamiento mental y físico. Si no existe un entrenamiento mental adecuado, y no se manejan las emociones, estas se apoderan de mis sentidos, afectando mi toma de decisiones, mi precisión en los movimientos, perjudicando mi rendimiento.
Por lo general, en el ámbito deportivo compartimos los mismos miedos, miedo al error, miedo a una lesión, a no ser seleccionado, a bajar el rendimiento, etc. Aunque podemos encontrar un miedo mas peligroso y poco mencionado, “el miedo al éxito”, te estarás preguntando, ¿quién le puede tener miedo al éxito? y sé que te sorprende, pero es una realidad.
Nuestra mente vive en una zona de confort de una manera increíble, y cuando algo la invita a salir, se niega totalmente. El éxito tiene muchas responsabilidades que cumplir, disciplina, autoexigencia, buen descanso, cambio de pensamiento, estar debajo de los reflectores, ser juzgados, presión por mantenerse en la cima, etc., lo que termina por alarmar a nuestra mente.
Nuestra mente vive en un modo de escape o evasión de lo negativo, hay que activarla y cambiar el chip, buscando realmente alcanzar el éxito, no de una manera superficial, sino de una manera real y profunda.
No estoy diciendo que el miedo no debe aparecer, este es normal y estará en las personas de mayor autocontrol, en las más inteligentes emocionalmente, en las más exitosas, la diferencia es que ellas sabrán canalizarlas.
Al miedo hay que aceptarlo, vivirlo y sacarlo del cuerpo, la respiración y el cambio de pensamientos son fundamentales para hacerlo.
Como fans de fútbol, y hoy que vivimos la intensidad que implica una final, ¿será esto lo que le pasa al Cruz Azul?, tenemos miedo al éxito, o estamos tan enfocados en el miedo al fracaso tan programado, que lo repetimos aun con planteles totalmente distintos. ¿Qué opinas?