El poder de la vulnerabilidad
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El deporte paralímpico sin duda tiene muchas enseñanzas, la fuerza de voluntad que los caracteriza, la tolerancia a la frustración, el disfrute en sus actividades, pero hoy abordaremos una menos mencionada.
Esta columna podría estar enfocada en los resultados positivos de la delegación mexicana, en las criticas por la falta de apoyo a estos atletas, por la comparación con los resultados en juegos olímpicos, entre muchos otros temas. Sin embargo, más que señalar y juzgar como comúnmente lo hacemos, vamos a lanzar una invitación a la sociedad en general.
A los atletas paralímpicos, los vemos con cierta vulnerabilidad, lo cual nos inspira, los admiramos, dejan un mensaje enorme de superación, pero nadie rescata el poder que desarrollan por el simple hecho de mostrarse como son, con cierta vulnerabilidad.
Y no es que sea una característica que solo una persona con discapacidad posea, pero sí es algo con lo que ellos aprenden a convivir, aceptarse tal cual, y exponerse, reconocer sus “limitaciones” físicas y potencializar sus fortalezas.
Y es que hoy en día, vivimos en un mundo de máscaras, donde mostramos todo menos lo que realmente somos, donde nos sentimos en soledad, tristes, decepcionados, deprimidos, pero las redes sociales muestran todo lo contrario, rostros felices, relaciones perfectas, viajes, estabilidad económica etc., cuando todo esto no se parece ni un poco al día a día que viven.
Y se estarán preguntando, ¿pero qué beneficio tendría el ser vulnerables? Un estudio reciente de la investigadora Brene Brown muestra específicamente su importancia, porque al mostrarnos auténticos y aceptar nuestra vulnerabilidad, nos permite conectar con otras personas, y hablamos de conexiones reales y profundas, esto impacta positivamente en el valor como persona y de la vida misma, una persona satisfecha crea su mejor versión, en todos los sentidos.
Es por ello que hoy vemos personas que se enfrentan a sus límites y los superan, porque creen en sí mismos, porque se consideran merecedores de eso y más. Y como dice una frase muy conocida: “puede más el que quiere, que el que puede”.
Así que la invitación va dirigida a ti que estas leyendo esto, a trabajar en ti, a aceptarte tal cual eres y mostrarte así al mundo, con tu vulnerabilidad, sin miedos, sin vergüenza, mostrando un ser real, no vivir de apariencias y expectativas.
Y al hacerte cargo de ti, ayudarás más de lo que crees a la sociedad, y sobre todo generas conciencia, porque las dificultades a las personas con discapacidad las imponemos nosotros como sociedad, así que generemos conciencia y busquemos contribuir y exigir para ellos únicamente lo que merecen. Recuerda que el cambio esta en ti ¿Qué vas a hacer al respecto?