Foto: Citlali Tepalle
Hablar del ámbito independiente de la Lucha Libre es mencionar a Los Fúnebres, facción integrada por Aborigen Maldito, Misionero del Mal, Ente Maldito y liderados por el Hijo del Tarahumara, quienes se han consolidado como uno de los equipos rudos más recios en Puebla.
Los Fúnebres surgieron hace poco más de dos años con la idea del Hijo del Tarahumara y una plática con Emilio Coba, es así como nace la idea de hacer una facción retro utilizando equipos de antes como el calzoncillo y rodilleras, mientras que, arriba del ring, manejar diferentes tipos de lucha como la recia, clásica, a ras de lona y aérea. En cuanto a los miembros, originalmente estaba compuesto por otros luchadores, sin embargo, no se entregaban al cien por ciento ni en los entrenamientos, ni arriba del cuadrilátero por lo que el Hijo del Tarahumara le hace la invitación a los actuales miembros.
“Anteriormente eran otros compañeros, otra facción. Al ver que no se entregaban al cien por ciento, se hacen unos cambios, se le hace el llamado a Ente (Maldito), Misionero (del mal) y Aborigen (Maldito) para ser parte de este proyecto. Es un proyecto donde es lucha recia, además es lucha clásica y no cualquier lo maneja. Al ver que luchaban y que estaban como ‘abandonados’ se les hace la invitación y ya andan como estrellas en algunas Arenas, entrenan mucho más, dedicados al gimnasio”, señaló el Hijo del Tarahumara.
En entrevista para El Heraldo de Puebla, cada uno de los miembros compartió cual es el aporte y el estilo que manejan durante los eventos:
Aborigen Maldito: “Soy más dinámico, soy un poco más aéreo, me gusta a ras de lona y la lucha recia”.
Hijo del Tarahumara: “La lucha extrema, la gente me empezó a conocer en la lucha extrema, sé hacer la lucha clásica, pero ya me conocen por ese tipo de lucha. Me ha costado mi estilo, pero sé manejar todo tipo de lucha”.
Misionero del Mal: “Tratamos de encajar con todos los tipos de lucha, a ras de lona, clásica, extrema, vuelos y todo lo practicamos en el entrenamiento”.
Ente Maldito: “Yo aporto la lucha a ras de lona. Se toma en cuenta la opinión de cada uno para el equipo, castigos, presentaciones. Somos un equipo en toda la extensión de la palabra y es lo que hemos aprendido, a respetarnos y a defendernos arriba del ring”.
A decir del propio Ente Maldito, gracias a sus buenas presentaciones en diferentes Arenas, la facción ha “subido como la espuma” y por lo consiguiente, se han enfrentado a todos los equipos habidos y por haber en Puebla. Incluso, por el nivel de violencia o lo recio que son arriba del cuadrilátero, sus rivales ya la piensan en enfrentarlos. Asimismo, se han medido ante equipos de trascendencia nacional como “La Puerquiza Extrema”, “Los Rhinos” “Los del Rancho” y recientemente a los del “Sindicato Oscuro”.
Acerca de la conexión que han tenido con el público, están conscientes que son ellos los que los posicionan, por eso toman los entrenamientos como si ya estuvieran luchando en una Arena con mucha gente para dar lo mejor de sí, además, para que desde el primer movimiento sepan que tipo de zona están pisando y que tipo de público hay en la Arena.
“El público es el monstro de mil cabezas. El público es el que siempre va a intimidar al luchador, pero todo eso lo logramos a base de entrenamientos porque entrenamos como si estuviéramos luchando, porque te tienes que estar acoplando al monstro. Afortunada o desafortunadamente el público es el que te va a posicionar, te puede subir o te puede bajar, tienes que controlar y para eso son los entrenamientos”.
En el plano personal, Aborigen Maldito entró al mundo de la lucha libre gracias a su papá, quien también entrenó, pero nunca debutó de manera profesional y de cierto modo está cumpliendo el sueño familiar; el Misionero del Mal después de como cada niño, viendo la lucha libre en televisión y después en la Arena; el Ente Maldito tras sufrir violencia infantil entró a entrenar bajo la tutela de Black Tiger para controlar la violencia contenida y finalmente, el Hijo del Tarahumara para continuar el legado de su padre.
Aborigen Maldito cuenta con 18 años como luchador; el Misionero del Mal 10 años, Ente Maldito está próximo a cumplir 20 años y el Hijo del Tarahumara entrena lucha libre desde los 8 años.