La disciplina del Yoga ha tenido un impacto muy favorable en personas de todo el mundo, abarcando el plano físico, mental y emocional. Sin embargo, es importante mostrar una realidad embarazosa pero innegable, y es que muchas personas se dejan engañar fácilmente por falsas historias encontradas en sitios web o redes sociales con respecto a esta práctica milenaria.
Es común encontrar a personas que tengan la ficticia creencia de que para poder iniciar con esta disciplina, es indispensable tener previo conocimiento de la misma. Si bien es cierto que la filosofía puede ayudar a entender el contexto de cómo se ha desarrollado el Yoga, considero que sólo a través de la experiencia podemos entender lo que verdaderamente es vivir esta disciplina milenaria.
Otro mito escuchado es “en yoga no hay riesgo de sufrir alguna lesión”. Sí que lo hay si decides comenzar tu práctica a través de videos en plataformas como YouTube o Tik Tok; tristemente se publican muchos videos sin tomar en cuenta el estado de salud físico que presentan los interesados, en vista de esto, muchos de ellos sufren lesiones corporales.
También existe mucha desinformación en relación a cómo debe lucir nuestro cuerpo para poder llevar a cabo esta disciplina. En yoga el estereotipo del practicante o instructor ha sido marcado en cuanto a cuerpos atléticos y delgados. Me encantará compartirte, que un cuerpo físicamente así no necesariamente es sano, se requieren de muchos factores más para estar saludable, tales como el descanso, la gestión emocional y alimentación consciente, entre otros. El Yoga es universal, es para todos los interesados en practicarla, no necesitas lucir como la sociedad lo ha determinado, sé tú, sé auténtico, sé original, sin máscaras o filtros.
Así como estos, muchos mitos y percepciones equivocadas se tienen del yoga, y es momento de quitar ese velo.