Puebla eléctrica con la Fórmula E

El E-Prix de Puebla fue mi primer contacto presencial con la Fórmula E y debo reconocer que me dejó gratamente sorprendido. Tanto les he dicho que el ruido de los motores es algo que cautiva y contagia adrenalina, que de cierta forma no sabía qué esperar de la Fórmula Eléctrica en ese sentido.
Había seguido algunas carreras por televisión y sabía que muchos ex pilotos de Fórmula 1 están actualmente en la categoría, y otros cuantos han pasado por aquí en temporadas pasadas. Eso habla de que no es una categoría a la que llegue cualquier hijo de vecino, por lo que fui con la disposición de conocer que es eso que está haciendo a la Fórmula E una categoría exitosa.

De entrada, me sorprendió el montaje que realizaron en el autódromo Miguel Abed de Amozoc. El brandeo de las marcas patrocinadoras a lo largo de todo el circuito, lo hizo lucir de gala. Así como uno se viste cuando tiene un compromiso importante, también lo hizo el autódromo de Amozoc. Las modificaciones en el trazado para adaptarlo a las necesidades de la categoría como curvas de 90 grados para generar frenadas bruscas, lo hizo lucir espectacular. Puebla mostró al mundo una pequeña parte de lo que es, gracias a la realización del E-Prix.

El trabajo en el diseño de la pista con la colocación de los muros de contención tan cerca de la pista, lo hizo ver retador para los pilotos. Se le ha criticado a la Fórmula uno, que muchos de los nuevos circuitos en los que actualmente corre, tiene escapatorias demasiado grandes lo que no da la sensación de riesgo. La fórmula E que principalmente corre en trazados callejeros, tiene esa característica. La de tener siempre la sensación de
que algo puede ocurrir en pista y es justamente eso lo que les da un valor agregado a los pilotos que más se acercan a la pared para buscar los mejores tiempos. Aunque es cierto que, a este nivel de competencia todos los que están en pista se acercan a los muros sabiendo que ahí están las décimas de diferencia.

Caminaba por la zona de pits cuando escuché que encendieron la primera unidad de potencia, en uno de los autos del equipo Mahindra. Suena como una aspiradora de altísima potencia, y aunque es verdad que el ruido tradicional en la Fórmula 1 eriza la piel, también tengo que decirles que este sonido de la fórmula E ahí dentro de su garaje,
deja sentir todo el desarrollo tecnológico que tienen detrás. Simplemente hay que ver la categoría con otros ojos.

No sé por qué razón tenía la equivocada idea de que los autos eléctricos que ya se venden en la industria automotriz para el uso en la calle son lentos. Tenía también entonces la idea de que los autos eléctricos de competencia en pista no se verían tan rápidos, pero debo reconocer que no podía estar más errado. Realmente los Fórmula E son rápidos y se ven muy rápidos en la pista alcanzando velocidades sobre los 250 al final de la recta del autódromo Miguel Abed.

Es una categoría super competitiva en la que el pronóstico de las carreras es difícil de acertar ante la propia naturaleza que basa su rendimiento en la generación de energía.
Esa competencia hace que los autos rueden muy juntos a lo largo de toda la competencia, lo que hace también que los aficionados estén pendientes de los 45 minutos que dura la carrera.

Puebla entró al calendario de la Formula E en sustitución de las carreras de CDMX y Chile, y como sede de emergencia creo que cumplió bien con el compromiso, aunque con detalles que mejorar, como la confusión sobre los estacionamientos que generó entre el público y también representantes de los medios de comunicación no poblanos que estuvieron en el evento y que no tuvieron ese tipo de facilidades que siempre deja un mal sabor de boca.
Puebla se mostró como una sede interesante para la categoría, con buena respuesta del público poblano en las gradas y con instalaciones que cumplen con los requerimientos de la categoría. A pesar de que algunos pilotos expresaron que la pista estaba un poco irregular, me parece que Puebla bien podría ser considerada como una sede dentro del
calendario. Solamente estoy pensando en voz alta, aunque creo que por lo involucrada que está la familia Abed en temas de la FIA, casi estoy seguro que serán los primeros en levantar la mano para que la categoría pueda volver a Puebla. Ya veremos.

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