
En el ámbito profesional, pocas preguntas despiertan tanto debate como esta: ¿quién sabe más, una persona con más de 20 años de trayectoria o alguien que recién empieza su camino? La respuesta no es tan simple como podría parecer.
En un mundo que cambia a velocidad vertiginosa, la experiencia y la frescura del conocimiento se enfrentan, y se necesitan, más de lo que muchos admiten.
La persona con dos décadas de experiencia carga con una riqueza invaluable: ha vivido cambios de paradigmas, ha cometido errores, ha aprendido del campo, ha manejado crisis reales, y ha visto pasar modas, herramientas y metodologías. Este profesional sabe que no todo lo que brilla es oro, y que las soluciones no siempre vienen en forma de novedad. Su conocimiento está filtrado por el tiempo, la práctica y el criterio.
Pero también está quien apenas empieza, con los ojos frescos, las teorías actualizadas y un entusiasmo que aún no ha sido condicionado por la rutina o el escepticismo. Esta persona a menudo domina herramientas emergentes, tiene una capacidad natural para adaptarse a nuevas tecnologías y, muy importante, cuestiona lo establecido.
En su aparente falta de experiencia hay también una libertad: no se siente atado a los “así se ha hecho siempre”.
Entonces, ¿quién sabe más? Tal vez esa no sea la pregunta correcta.La sabiduría profesional no es propiedad exclusiva de los años ni de los títulos recientes. La verdadera riqueza está en la combinación. Una organización que valora solo la experiencia corre el riesgo de estancarse. Una que solo apuesta por lo nuevo, sin considerar lo que ya ha sido probado, se arriesga a tropezar con piedras que ya se conocen.
Lo ideal es tender puentes: que el veterano no subestime al que empieza, y que el nuevo no descarte el valor de la trayectoria. Cuando la experiencia se encuentra con la innovación, ambos crecen. El experimentado puede enseñar lo que no viene en los libros; el joven puede mostrar lo que aún no llega a ellos.
En un entorno profesional inteligente, la pregunta no es quién sabe más, sino cómo hacemos que ambos sepan mejor, juntos.