
La llegada de Santiago Giménez al histórico y legendario Milán nos obliga a retomar un tema del cual ya había escrito hace unos años y que de nuevo cobra actualidad y que invita a reflexionar.
El futbol está lleno de frases hechas, de historias ciertas y otras convertidas en mito. En el surrealismo futbolístico se encuentra de todo, en este deporte contrario a lo que pudiera pensarse la discriminación no exclusiva para el jodido, para el jugador pobre, en muchas ocasiones es todo lo contrario pues lo vive el jugador que proviene de familias que no tiene problemas económicos
Hay frases que han sobrevivido al Siglo XX y que hoy en los tiempos de internet y redes sociales se mantienen vivas en este futbol nuestro de cada día. Hoy como sucedía en el siglo pasado aún es todavía común escuchar entre los mentores de las Fuerzas Básicas frases que hacen evidente un resentimiento social cuando fustigan verbalmente a algún jugador de inferiores que no viene desde “abajo”, que no tiene carencias económicas.
Estos personajes se olvidan de que el futbol provoca los mismos sueños sin respetar el extracto social de donde se viene. Todos los niños tienen la ilusión de ser profesionales, de jugar en su equipo favorito, en la selección, en un mundial. Los entornos podrán serán diferentes, unos soñarán con el estómago vacío, los zapatos rotos, otros sin ninguna carencia, quizá la finalidad cambie, pero no el fondo de la ilusión por el juego une y conduce al éxito a polos opuestos de la vida.
FRASES Y ESTIGMA
Es innegable que todavía hay mucho resentimiento social para el jugador de básicas que no viene de una familia con carencias, a estos chicos muchas veces los técnicos le restriegan su origen como si fuera un estigma; “Tú no sirves, aquí necesitamos gente que tenga hambre”, “prefiero a uno que desayune un gansito con refresco, a uno que desayune huevo con jamón”, “quien no huele a camión, no huele a Campeón”. La lista de clichés es interminable.
Para una inmensa mayoría, venir de la pobreza es casi considerado requisito indispensable para destacar en el futbol, como si este deporte fuera exclusivo de los pobres. Esos mismos que enarbolan la necesidad como requerimiento del éxito, son los mismos que acusan a la pobreza y sus raíces, cuando el futbolista exitoso y rico pierde la fama y dinero en los excesos de su vida privada. ¡quien los entiende! Vaya paradoja.
Otro caso común de discriminación y estigmatización que es muy común por parte de los aficionados, jugadores o entrenadores de fuerzas básicas es contra todos aquellos hijos o familiares de futbolistas profesionales exitosos. A ellas, la inmensa mayoría, con razón y sin ella, en esas edades tempranas les niegan el reconocimiento de cualidades futbolísticas, muchas veces por envidia, otras por veces solo por joder.
DELITO Y PECADO
No ser pobre o ser hijo de un exjugador profesional es considerado prácticamente un pecado o un delito por un amplio espectro del futbol en su etapa formativa: “Es un tronco, fulanito es mil veces mejor que él, pero como es hijo de perenganito por eso lo ponen, por eso lo eligen, está aquí por palancas o porque sus padres sobornan a los entrenadores” historias como esta, estoy seguro de que usted ha escuchado cientos de veces.
“Troncos” hay de todos los tipos; hay jugadores super troncos hijos de un obrero, como los hay del empresario o del exfutbolista. La medianía no tiene clases sociales, ni exclusividad y funciona también a la inversa. Hay grandes prospectos de todos los extractos sociales.
Y no estamos diciendo que no hayan sucedido, que NO sucedan o que NO vayan a seguir sucediendo. Por supuesto que historias hubo y habrá, de lo que estamos absolutamente seguros es que hay MAYORIA de historias que son leyendas urbanas comparado a las que son una realidad absoluta.
TODOS CONOCEMOS GENTE ASI
Lo que sucede es que, en nuestra sociedad, por idiosincrasia o costumbre la victimización vende más que la realidad en sí. Todos tenemos a ese amigo, ese primo, ese compadre que jugaba bien chingón, que hubiera sido profesional y super estrella, pero se chingo la rodilla o tuvo que chingarle a trabajar o en la escuela y ya no tuvo chance de ser el nuevo Messi.
Somos muy dados a NO reconocer el éxito o cualidades deportivas ajenas. Todo éxito u oportunidad prematura para muchos tendrá un tufo de corrupción, de tráfico de influencias, como si NO pudieran existir historias de éxito, dedicación, superación, aguante y resiliencia de jugadores de buena cuna.
La historia de Santiago Giménez es una de ellas. Él está construyendo una historia de éxito que pudo no ser. NO todo fue fácil y maravilloso, la tragedia deportiva toco su puerta y estuvo al borde del retiro.
EL RETIRO ESTUVO CERCA
Cuando soñaba con llegar al primer equipo en un entrenamiento noto que su brazo no estaba bien, que se empezó a inflamar de manera sorpresiva y alarmante. El diagnostico fue; trombosis y que había que operar casi de inmediato.
Los diagnostico posterior no era halagador, los médicos afirmaron que ya no podría volver a jugar futbol, que era sumamente peligroso. Sin embargo, su fe en Dios, la ilusión y el hambre de ser alguien en el futbol le hizo no rendirse, ni claudicar.
Esta misma semana a sus 23 años, Santiago abandono las filas del Feyenoord donde disputó un total de 105 partidos y anotando 65 goles contabilizando la Champions League: Su crecimiento fue notorio con los mismos partidos jugados en el Cruz Azul marcó solo 21 tantos.
“TATA-GATE”
Estamos hablando del mismo jugador al que hace dos años, de última hora “el tata” Martino, minimizo para no llevarlo a mundial de Qatar, a pesar de ser, argentino, a pesar de ser muy amigo de su padre; “Es un goleador de Europa league, pero tiene muy pocos minutos, juega muy de vez en cuando…” dijo en ese entonces el ex-tecnico nacional. ¿No que todo es por relaciones y amiguismo?
Santiago sufrió un doloroso golpe en lo anímico, pero en lugar de claudicar o achicarse, su paso goleador fue en aumento. A dos años del “Tata-gate”, Giménez, está a punto de debutar en el Milán mientras Funes Mori, ese goleador que eligió Martino para llevarlo al mundial en su lugar NO puede ser titular ni siquiera en pumas. Meter muchos goles en poquitos minutos fue su “pecado” que le quito una copa del Mundo.
El no claudicar es también “hambre” de triunfo, esa “hambre” que dicen muchos solo la tienen los que vienen de familias con carencias, algo que quizá sucede la mayoría de las veces, pero no es una verdad absoluta.
MILLONARIOS EXITOSOS
En la historia del futbol hay jugadores elite que tocaron la cima del futbol mundial en sus brillantes carreras deportivas y que no venían del arrabal o de entornos pobres: Hugo Lloris el portero francés del Totteham y capitán de su selección viene de una acaudalada familia de Niza, tomaba en su casa clases personalizadas de tenis, de piano, equitación y termino brillando en el futbol.
Gerard Pique, que gano todo con el Barcelona y la selección viene de una familia rica, su padre es un prestigiado abogado, su madre directora del Instituto Gudman un afamado hospital y su abuelo Amador Bernabeu Bosh fue vicepresidente del Barcelona.
El anotador del gol que le dio el campeonato del mundo a Alemania en el 2014, Mario Götze, es hijo de Jürgen Gotze, un decano en la Universidad de Tecnología de Dortmund y parte del Departamento de Ciencias de la Computación de la prestigiosa Universidad de Yale, en Estados Unidos.
Y así podemos repasar las historias de vida de Kaka, de Andreas Pirlo, de Robin Van Persie, de Frank Lampard, de Gianluca Vialli, lujoso Castello di Belgioioso en Cremona y muchos otros más. Todos ellos también tuvieron “hambre” de gloria y llegaron al límite.
En estos nuevos tiempos habrá que salir de los cliches, de las frases comunes. Cierto las historias de la miseria a la opulencia, las cenicientas de la vida real o la deportiva servirán siempre de ejemplo y venderán siempre más, pero dejemos las etiquetas de lado porque el éxito y la excelencia no tienen exclusividad con la pobreza. El hambre de éxito está en la mente, no en la cartera.
“El dinero no hace malo al hombre, es el hombre el que hace malo al dinero” Anónimo